- 4 tomates grandes.
- Sal.
- ¼ lt. de caldo de cubitos.
- 50 gramos de sémola.
- Pimienta.
- 5 grs. de jamón picado.
- 1 yema de huevo.
- 50 g. de queso parmesano rallado.
- Una pizca de nuez moscada.
- Mantequilla.
Preparación:
- Lávense los tomates y por el lado opuesto al rabo, córtese un casquete.
- Con mucho cuidado, extráigase la pulpa, sazónese con sal y déjense boca abajo sobre una bandeja para que suelten toda el agua.
- Póngase a calentar el caldo.
- Cuando hierva, viértase encima en forma de lluvia la sémola, sal y pimienta, y, sin dejar de mover, déjese cocer la mezcla a fuego lento de 10 a 12 minutos.
- Apártese del fuego y agréguese 50 g. de jamón, la yema de huevo, queso parmesano y nuez moscada.
- Distribúyase la mezcla dentro de los tomates una vez secados y colóquense uno junto al otro en un recipiente de material refractario, previamente untado con mantequilla.
- Métanse en el horno a fuego vivo de 25 a 30 minutos o hasta que los tomates estén totalmente cocidos y se haya formado una ligera costra dorada.
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