Hasta 2 semanas antes de servir: a fuego moderado, cocine ¾ de taza de albaricoques secos en una taza de agua, tapados, durante 10 minutos.
Viértalos en el vaso de la licuadora junto con ½ taza de azúcar y la vainilla.
Licúelos.
Incorpóreles suficiente agua hasta hacer 2 tazas de la mezcla.
En un tazón grande con 1 mezcladora eléctrica a alta velocidad, bata las yemas hasta que se espesen y se aclare su color.
Gradualmente, incorpóreles a la mezcla de alabaricoques, revolviendo constantemente y sin dejar que hierva, hasta que se espese bien.
Refrigérela y revuélvala ocasionalmente hasta que esté fría.
Lave los batidores.
En otro tazón grande, con la mezcladora eléctrica a alta velocidad bata las claras hasta que formen puntas suaves.
Gradualmente, sin dejar de batir, incorpóreles el azúcar restante.
Cuando el merengue esté bien firme déjelo a un lado.
En un tazón pequeño, bata la crema hasta que se espese y se aclare su color.
Gradualmente, incórporeles la mezcla de albaricoque.
Viértale en una cacerola mediana y cocínela a fuego lento, revolviendo constantemente y sin dejar que hierva, hasta que se espes bien.
Refrigérela y revuelva ocasionalmente hasta que este fría.
Lave los batidores.
En otro tazón grande, con la mezcladora eléctrica a alta velocidad bata las claras hasta que formen puntas suaves.
Gradualmente, sin dejar de batir, incorpórelas el azúcar restante.
Cuando el merengue esté bien firme déjelo a un lado.
En un tazón pequeño, bata la crema espesa hasta que forme puntas.
Entonces, con movimiento envolvente, una poco a poco la mezcla de albaricoques con el merengue y la crema batida.
Viértalo todo en un molde.
Envuélvalo en papel de aluminio y congélelo.
Unas 2 horas antes de servir, desmolde la mousse en una fuente resistente al frío.
Vuelva a colocarla en el congelador hasta que vaya a servir